La felicidad no es un juego de azar, es un trabajo a tiempo completo.Una partida de poker, que combina algo de suerte con mucha estadística. La felicidad es algo en lo que inviertes con acciones, con maneras de pensar,con la forma que tiene cada uno de manejar sus enfados, gestionar los insultos y aceptar las desgracias. La felicidad es saber ganar y perder. La felicidad no depende que tengas todos los brazo y todas las piernas si no de cómo utilices los que te quedan.
sábado, 29 de marzo de 2014
jueves, 20 de febrero de 2014
Me quedo con sus ganas de luchar.
Dime tú qué harías si tus padres hubiesen muerto los
dos, de tuberculosis. Sin nadie en el mundo salvo tus tres hermanos pequeños.
Pensando cómo sobrevivir, como ganarse el pan día a día, como continuar.
Trabajando, desde los 9 años, por el día y estudiando por la noche.
Luchando por ser alguien desde cero. Ahora es difícil encontrar un buen trabajo
sin buenos contactos, pero hace 60 años lo era también. Quería trabajar en un
banco y para eso tenías que pasar un examen complicadísimo y tener cartas de
recomendación. Saco la mejor nota repetidas veces, pero no le daban el trabajo
porque no tenía ningún contacto para que le hiciera una carta. Finalmente, cuando
ya se sabía las preguntas de memoria, le dieron una oportunidad.
Y sorprendentemente, o quizás no tan sorprendentemente, llegó a ser
director de una sucursal de la Caja Rural .
Y no solo llego a eso. También fue, es, y será el mejor padre,
marido y abuelo que se puede tener.
Que sabiendo que tenía cuatro jodidos tumores y
sin prácticamente poder caminar, todavía nos decía que se iba a poner bueno.
Todavía tenía ganas de luchar, y eso es admirable.
Hay batallas que están perdidas desde el principio pero
aun así es mejor perderlas luchando que dándose por vencido antes de que
empiecen.
Que las personas luchadoras son las que mueven el
mundo. Que hay personas que
nacen para pasarse la vida luchando y yo me quedo con sus
ganas de luchar.
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