viernes, 14 de diciembre de 2012

Han cambiado tantas cosas:

Ya no me importa quedarme en Valencia o no; que me dejen volver a casa, mi casa, la de siempre; ya no me importa que no que me llamen y para preguntarme "que tal la semana? como estás?"; ni me importa el echo de estar un viernes por la noche en casa y de saber que me quedan muchos fines de semana en casa castigada por a ver sido alguien muy malo en otra vida; tampoco me importa el echo de que mi mejor amiga no tenga tiempo para mi o el echo de que casi nadie de las personas con las que iba tenga ganas de verme. 

Supongo que tampoco soy la de antes, la que siempre estaba dispuesta a salir, la que no quería/ podía enamorarse, la que siempre estaba confusa, la que cambiaba de opinión cada semana, la que hablaba mas de la cuenta. Me he cansado de la gente, de pensar en quien no  piensa en mi. 

Ahora he aprendido a querer solo a quien me quiere , a decidir por mi, a no llorar por nada ni nadie, a no echar de menos... 
Ahora veo las cosas mucho mas claras, aunque depende de el día de un color o de otro.

 Pero mi miedo al futuro continua ahí, al futuro, a la incertidumbre, a no ser quien quiero, a no cumplir ninguno de mis sueños, a la soledad... A lo mejor si se acaba el mundo nos  hace un favor.







1 comentario:

  1. arrrrrrrrriba ese ánimo :]
    es normal que te sientas así, pero procura darle la vuelta. sé que no aceptarás, pero yo estoy dispuesta a escucharte si lo necesitas

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