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Lo tienes muy cerca de ti, vuestros labios casi tocándose, vuestras manos entrelazadas, te encanta. Miras esos ojos verdes que tienes enfrente, no puedes resistir más tiempo la tentación de besarle, es demasiado irresistible, demasiado apetecible. Tú corazón va muy rápido, sientes esas malditas mariposas en el estomago, no quieres desprenderte de él, es todo demasiado perfecto para ser real. Miras tu reloj, no quieres que se vaya, quieres decirle que te mueres por él, que quieres que se quede contigo, que no lo puedes sacar de tu mente, que se esta convirtiendo en tú adicción, que quieres robarle el corazón y guardártelo para ti y no compartirlo con nadie, es como las películas donde él es el héroe y tu la princesa.  Y entonces te pregunta: -¿Qué piensas? Y tú solo puedes contestar: Nada.-mientras lo vuelves a besar con esa sonrisa que te caracteriza.